Aprovechando una de las noticias curiosas del día de ayer, aprovecho para realizar una primera aproximación a este tema.
Estoy seguro de los lectores atentos os habréis fijado en que la mayor parte de los anuncios destacados en esta selección apenas contienen diálogos, sino que basan la fuerza de su discurso en su composición, acompañamiento musical, proyección de valores de la marca, etc. Son, así, anuncios concebidos para su uso en múltiples mercados. Y, si ya es complicado articular acciones consistentes y efectivas para entornos locales, no digamos conseguir esto mismo superando las barreras culturales que nos plantean diferentes mercados.
Bien, he comenzado esta entrada haciendo referencia a una noticia de ayer y no me he olvidado. Me la encontré en varias fuentes e incluso en algún programa informativo televisivo, lo que da una idea clara de la repercusión de un suceso que parece sencillo de resumir: la divisón polaca de Microsoft manipuló una de las imágenes incluídas en su página web corporativa para sustituir a un hombre negro por uno blanco.
Salta a la vista que esto es políticamente incorrecto, ¿verdad? Sin embargo, creo que el mayor delito de Microsoft no fue realizar este cambio, sino hacerlo de una forma tan burda. Juicios morales aparte, la adaptación a los mercados locales es inevitable y, mal que nos pese, hay infinidad de factores que tienen repercusión en los resultados obtenidos; por difícil de digerir que resulte, hay que tenerlo muy presente.
Y es que en este caso es la discriminación racial la que ha levantado la liebre… pero mucho me temo que lo realmente imperdonable es lo chapucero de la ejecución.
C’est la vie…