Un tweet me ha arrancado de mi ostracismo bloguero para dejar constancia de un mantra que todos deberíamos tener muy presente: el objetivo de una empresa debe ser cambiar el mundo. Beneficios, evangelizadores, fama, gloria y todo lo que queramosis añadir son resultados de esto, no fines en sí mismos.
Más que nada porque tengo la impresión de que muchas veces se nos olvida (y de que hay, incluso, personas que aún no se han dado cuenta). Así que… ¿cómo está transformando el mundo la empresa en la que trabajas?