Desde luego no es la primera vez que abordo el tema del Return On Investment (ROI) en esta bitácora, ni -casi seguro- la última. Y es que ya lo dijo con claridad meridiana William Thomson, primer barón de Kelvin: «Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre».
La cuestión es que para que la medición tenga sentido es imprescindible tomar como referencia los parámetros correctos, cosa que puede resultar de todo menos sencillo.
Ahí os dejo esta presentación de Gary Varneychuk para darle perspectiva al tema: