Una de las noticias destacadas en los informativos del pasado jueves fue el inicio de las celebraciones navideñas por parte de los cristianos ortodoxos, que se rigen por el calendario juliano. Esto supone casi un mes de retraso en relación a la Hannukah de 2009, que tuvo lugar del 11 al 19 de diciembre. Por su parte, el próximo mes los chinos festejarán por todo lo grande la entrada en el año 4708 según su calendario, ya que el Año Nuevo es la celebración más importante en su cultura.
Y es que a veces es fácil despistarse y dar por «universales» cosas que no lo son. Me he quedado pensando en todo esto porque hace unas semanas tuve que defender una vez más la importancia de ajustar el mensaje al perfil del cliente, lo que exige en muchas ocasiones el uso de una expresión «neutra». Para felicitar las fiestas limitarse tan sólo al tradicional «Feliz Navidad y Próspero Año nuevo» puede no ser siempre la mejor opción y un políticamente correcto «Season’s Greetings» quizás nos ayude a salir airosos del trance. Siempre y cuando nuestros clientes celebren algo a finales de diciembre del calendario fijo internacional, claro está.
Cuando nuestra actividad profesional no se circunscribe a un único entorno geográfico o cultural es siempre aconsejable recordar la importancia del calendario para evitarse problemas innecesarios. Palabrita del Niño Jesús.