Sigo con interés la evolución del caso Teddy Bautista (Wikipedia, como es habitual, se actualiza casi en tiempo real). Y debido al extraño funcionamiento de la mente humana, que realiza asociaciones la mar de peculiares, me he acordado de un artículo que José Carlos León publicó hace unos seis meses en Cooking Ideas con el título «¿A cuántos autores conoces»?
A decir verdad he de confesar que me hubiera gustado responder largo y tendido a esa entrada de José Carlos y, de hecho, mi intención llegó a ser publicar una entrada con enlaces a otras publicaciones sobre la materia, sin más. Para qué reformular lo que otros han dicho antes y mejor que yo. Lo cierto es que entre unas cosas y otras no llegué a hacerlo, pero se ve que mi subconsciente no ha dado el tema por zanjado.
Llevo años reflexionando sobre el tema de la Propiedad Intelectual e Industrial, tema que, como es obvio, está intimamente relacionado con la actividad innovadora. Y me pregunto… ¿A cuántos autores conozco? Pues no lo sé. Supongo que yo mismo puedo considerarme autor, considerando que hago públicas mis reflexiones en esta bitácora. En los tiempos que corren el que más y el que menos genera contenidos. Creo, de hecho, que todos, sin excepción, somos creadores. Mi pareja, por ejemplo, dedica buena parte de su tiempo libre a la joyería artesanal. Miriam hace magia en la cocina, Luis es un crack en la cancha de baloncesto, Diego un profesional del baile, Ramón comparte fotografías increíbles en su cuenta de Flickr, Teresa ha participado en la grabación de varios álbumes de música tradicional, Viveka tiene su propio proyecto de diseño y moda… me detengo aquí para no abusar de vuestra paciencia, pero podría continuar enumerando hasta el hartazgo.
Y lo cierto es que yo mismo, que he hecho mis pinitos como DJ, pienso lo mismo que Kirby Ferguson: Todo es un remix. ¿Que quién es este caballero? Pues el director y productor radicado en Nueva York artífice de Everything is a remix. El mismo que afirma lo que muchos pensamos. Que la innovación gira en torno a tres procesos: Copiar, transformar y combinar.
Creo que va llegando el momento de volver a desmitificar la sacrosanta creación , confío en que disfrutéis de Everything is a remix tanto como yo lo he hecho.
Bonus: para quien quiera profundizar un poquito en todo esto recomiendo una revisión de mi entrada «El futuro del copyright». Es de diciembre de 2009, pero está más vigente que nunca.