De verdad de la buena que yo iba a escribir sobre ventas, pero con la que está cayendo he decidido cambiar de tema en el último momento. Porque la coyuntura actual que estamos viviendo -y que vamos a continuar disfrutando durante muchos años- no tiene desperdicio.
Y es que sí, ya lo dijo alto y claro Sir Winston Leonard Spencer Churchill (ahí es nada): «La democracia es el peor de todos los sistemas políticos, con excepción de todos los sistemas políticos restantes». Bueno, en realidad ya adelantó algo de todo esto un tan Aristocles -más conocido como Platón- en su obra La República unos 400 años antes de Cristo.
De hecho Sir Churchill no se limitó a señalar las limitaciones de la democracia, sino que expuso con claridad sus motivaciones: «El mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante medio». Y lo cierto es que la intuición (o quizás sentido común puro y duro) de este caballero parece que empieza a verse avalada por algún que otro estudio científico.
En fin, ésta parece ser la explicación de la situación en la que nos encontramos y que tan bien ha sintetizado Aleix Saló en su nueva creación «Simiocracia»; ya apuntaba maneras allá por el verano de 2011, claro, de modo que el talento de este joven ya no nos coge por sorpresa:
httpv://youtu.be/TfRSfF296js
Porque claro, la gran pregunta, ésa que a casi nadie le gusta escuchar, es… ¿y quién ha escogido a nuestros gobernantes y ha soslayado su obligación de supervisar su buen hacer?
Aunque bueno, ya sabéis que en realidad tampoco vivimos en un sistema democrático. La intervención del Sr. Lessig en el reciente eG8 nos da unas cuantas pistas acerca de la podredumbre del sistema. Ah, y un extra que no podéis perderos. Hacedme caso. Gentileza de José Carlos León, un artículo para enmarcar: «Españoles: la crisis ha terminado». Más claro, agua.
Cuando dejemos de echar balones fuera culpando a los políticos, a los sindicalistas, a los banqueros, a los mercados y al hombre del saco, cuando eso ocurra y comencemos a asumir nuestras propias responsabilidades, quizás consigamos algún avance. Sólo espero que, si eso llega a ocurrir alguna vez, aún podamos hacer algo. Algo aparte de emigrar, se entiende.
Pero la liga de las estrellas mejor que nunca, eh… (aunque nos deban 752 millones de Euros). Que, al fin y al cabo, eso es lo que importa.