Recuerdo un intercambio de correos con mi sobrina, estudiante de Grado en Dirección y Administración de Empresas, de hace unos meses. No voy a entrar en detalles, ya que se trataba del análisis de una idea de negocio, pero algo que le comentaba es que, en términos generales, a las empresas hay que llegar «enseñado». Mi experiencia personal me dice que, a menos que un profesional esté dando sus primeros pasos en el mercado laboral o que trabaje para una empresa grande (de ésas que no abundan en España), la apuesta firme por la formación del equipo («capital») humano es poco habitual en nuestro país. De cara a la galería queda muy bien, pero me temo que son escasas las organizaciones que, de forma sistemática, destinan partidas presupuestarias y jornadas laborales para formar a su plantilla.
En cualquier caso, ¿deben ser las empresas responsables de formar a sus trabajadores? Sí y no. Es decir, si una empresa desea que uno de sus profesionales asuma nuevas competencias, me parece razonable que le facilite formación ad hoc; fuera de este supuesto, y siempre desde mi humilde punto de vista, la responsabilidad de mantenerse actualizado para contar con una oferta competitiva en el mercado laboral recae sobre el trabajador. Y esto es así por dos razones:
- En primer lugar, porque dejar tu política formativa, tu empleabilidad, en manos de terceros es un verdadero suicidio profesional.
- En segundo lugar, porque las empresas no pagan por tener carreras universitarias, postgrados, conocimientos de idiomas, informática… no, amigos. El esfuerzo, por otra parte, está muy bien… pero por denodado que sea no es suficiente. Las empresas pagan, en esencia, por la resolución de problemas. Problemas que se resuelven, en el caso de los «trabajadores del conocimiento», empleando tiempo y conocimientos. Ni más, ni menos.
Es probable que los lectores fieles recordéis mi valoración del «Curso online de Experto en Marketing electrónico para la internacionalización digital de la PYME» desarrollado del 12 de diciembre de 2011 al 15 de enero de 2012 por la UNED. Poco más tarde, y debido a mi interés en los Sistemas y Tecnologías de la Información, cursé uno de los módulos del «Master en International e-Business» del Centro de Estudios Económicos y Comerciales (CECO); concretamente el dedicado a las «Herramientas tecnológicas para la internacionalización digital de la empresa», en este caso con un balance positivo. Se trata de un área de conocimiento que me parece fascinante desde hace muchos años y fundamental para cualquier profesional.
Enlazando con lo dicho anteriormente, mi pregunta es… ¿y de qué me sirve este flamante curso si no pongo en práctica lo aprendido? Ésa es la clave: pasar del «saber» al «hacer». Y dicho y hecho, ¿habéis realizado algún análisis del Sistema de Información y Comunicación de una empresa? Éste es el índice del mío (como es evidente no puedo ir más allá por razones de confidencialidad).
# Índice
## Intro. Sistemas y Tecnologías de la Información
1. Equipo humano
1.1. Departamento de TI
1.2. Cualificación equipo humano
1.2.1. Producción
1.2.2. Oficinas / Comercial
2. Política de uso de medios informáticos
2.1. Bring Your Own Device
3. Seguridad
3.1. SGSI y certificaciones
3.2. Plan de Continuidad de Negocio (PCN) en el ámbito SI y TI
3.3. Política de copias de seguridad y dispersión de la información
3.4. Administración de equipos corporativos
3.5. Aplicaciones antivirus
3.6. Servicios externalizados
3.6. Firma Digital
3.7. LOPD
4. Equipamiento
4.1. Equipos informáticos para la producción
4.1.2. Servidores
4.2. Equipos personales
4.2.1. Ordenadores de sobremesa
4.2.2. Ordenadores portátiles
4.2.3. Nettops y tabletas
4.2.4. Terminales de telefonía móvil
4.2.5. PDA
5. Software
5.1. Sistemas operativos
5.2. ERP
5.3. Ofimática
5.4. Comunicación
5.5. Obtención de información
6. Cloud Computing
6.1. Web 2.0
7. Mercados electrónicos
8. Necesidades
8.1 […]
Para no ser un profesional de perfil técnico en la materia no está mal del todo, creo. Y esto me lleva a una última reflexión que me gustaría compartir con vosotros: nos dirigimos a un mercado laboral en el que va a ser tan importante saber como ser capaz de desaprender para reaprender, en el que la flexibilidad y la versatilidad van a ser fundamentales. Y en el que la alfabetación básica pasa por tener la capacidad para familiarizarse rápidamente con nuevas herramientas tecnológicas a efectos de incrementar nuestra productividad.
¿Estáis preparados?